COMUNIDAD CAMPESINA EN SITUACIÓN DE DESPLAZAMIENTO EN EL MUNICIPIO DE TULUÁ


El desplazamiento es una acción obligada hacia personas que deben trasladarse a otro lugar diferente del de origen. Esta situación que se viene dando en Colombia a raíz de diversas causas, entre la cuales se resaltan: i) “la expropiación ilegal de las tierras debido a su valor económico y a la existencia de recursos naturales[1] por parte de las empresas nacionales y transnacionales y al mismo tiempo por parte de los actores armados; y ii) las guerras entre la fuerzas armadas y las fuerzas ilegales. Estos enfrentamientos constituyen una gran violación de los Derechos Humanos al igual que un masivo desplazamiento forzado de los afectados por este. El Estado, bajo la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, creó en el 2005 “La Agencia Presidencial para la Acción Social y La Cooperación Internacional”, entidad encargada de llevar a cabo doce programas de ayudas a las personas en situación de desplazamiento (PSD) de cualquier etnia. Cuatro de estos doce programas se manejan en el municipio de Tuluá: Mujeres Ahorradoras, Juntos, Familias en Acción y Programa de Atención Inmediata en Generación de Ingresos (PAI – GI). Dichos programas se encargan de ayudar a salir adelante a las personas pertenecientes a ellos y a su vez permitirles salir adelante y seguir con sus vidas. Tales programas –brindados a través de diferentes entidades en el municipio de Tuluá-, son efectivos para la población en situación de desplazamiento de mencionado municipio porque cuentan, en primer lugar, con capacitaciones que les permite a sus integrantes conocer diferentes tópicos relacionados a cómo superar su situación de desplazamiento y, en segundo lugar, con líderes que permiten la fácil distribución de materiales e información acerca de las actividades a realizar en estos programas.

El desplazamiento es un tema que se ha vuelto común en Colombia a causa de su frecuencia. Se cree que éste sólo acontece en las grandes ciudades. Pero lo que la gente ignora es que es muy común en municipios pequeños. Por eso he querido resaltar que, más que el desplazamiento, los programas que ayudan a las PSD salirse de él, en el municipio de Tuluá. Es importante que la gente conozca que el desplazamiento es una situación que puede ocurrir en cualquier lugar del país y que existen programas especializados para la situación de estas personas. Por lo tanto, la comunidad tulueña y demás comunidades deben procurar brindar ayudas, no necesariamente materiales como, por ejemplo: permitirles de una manera fácil el ingreso a la vida laboral del municipio y no esperar que los programas de Acción Social -que ya están establecidos, en el caso particular de Tuluá- les “solucionen la vida”. No podemos hacernos los ciegos ante esta situación por el simple hecho de que contamos con la fortuna de no estar en sus lugares. No podemos olvidar que todos somos iguales y contamos con los mismos derechos.

Los programas de Acción Social cuentan con capacitaciones que les facilita a sus integrantes conocer distintos temas relacionados a cómo superar su situación de desplazamiento. En el caso particular de Tuluá, tres de los cuatro programas de Acción Social que se manejan en el municipio tienen diferentes capacitaciones según el programa. Por ejemplo, en “Juntos”, “el Estado se compromete a otorgar a los beneficiarios, a través de los actores institucionales que integran Juntos, el acceso preferente a un conjunto de programas y servicios sociales, para que alcancen mejores condiciones de vida a través de los 45 logros básicos de las 9 dimensiones”. [2] Éste programa también cuenta con un acompañamiento y seguimiento en el tiempo de permanencia, evaluando el alcance de cada uno de los logros de las dimensiones.[3] Así mismo el programa “Mujeres Ahorradoras” maneja capacitaciones donde se les brinda información que permite el aprendizaje de leyes, decretos que las cubren y a su vez conocimientos empresariales enfocados en la aplicación sus proyectos productivos con el fin de superarse económicamente. Del mismo modo, “el Programa de Atención Inmediata en generación de ingresos” (PAI – GI) se encarga de capacitarlos de una manera similar al programa “Mujeres Ahorradoras” puesto que aquí también se manejan proyectos productivos, teniendo en consideración que las PSD cuentan con tres opciones al ingresar al programa: i) crear un proyecto productivo, ii) mejorar un proyecto ya existente, ó iii) integrarse a la vida laboral del municipio donde se encuentra. Los programas también se encargan de ofrecerles capacitaciones sicosociales con sicólogos que les ayuda a subir la autoestima, le indican cómo integrarse a la vida social y, al mismo tiempo, superar las muertes de sus familiares y todo lo relacionado a las situaciones pasadas acontecidas por el desplazamiento. Sin embargo, el programa “Familias en Acción” se encarga de entregar un apoyo monetario directo a través de subsidios a la madre beneficiaria para invertir en alimentación y educación de los niños menores de edad que pertenezcan a las familias nivel 1 y 2 del Sisben. Ellas deben contar con un registro que constate que el menor está siendo llevado a las citas médicas, que está asistiendo al colegio, y aun más se le debe llevar el control de crecimiento y desarrollo.

Es fundamental que estas madres beneficiarias de este último programa cuenten con un cumplimiento riguroso del mismo pues, en caso contrario se les puede quitar las ayudas económicas.[4] Las capacitaciones que son brindadas a través de Sisma Mujer y Taller Abierto[5] son muy instructivas porque ellas aprenden mucho –en el caso del programa de “Mujeres Ahorradoras”– sobre qué deben tener en cuenta a la hora de llevar a cabo su proyecto productivo; lo aprendido es puesto en práctica a través de lúdicas que realizan entre ellas mismas dentro de las capacitaciones.

Los programas de Acción Social cuentan con líderes que facilitan la distribución de mercancías y al mismo tiempo de información acerca de las actividades a realizar. La mayoría de estos programas que se ha mencionando cuenta con líderes que tienen la función de mantener informados a las personas que se encuentran dentro de un grupo determinado y, a su vez, se encargan de repartir las ayudas de emergencia a las personas que resultan beneficiarias. Cada programa maneja varios grupos a los que les son dictadas las capacitaciones. A veces, un grupo en particular decide por votación elegir a un líder, quien debe ser una persona activa, que participe en todas las actividades que se realicen. Con el fin de que este mantenga al tanto a los demás del grupo sobre los encuentros, actividades y remesas a entregar. Los programas que cuentan con líderes son “Mujeres Ahorradoras” y dudosamente podría decir que “PAI – GI”, ya que cuando fui a buscar información sobre este último programa, en la misma sala donde me encontraba esperando hablar con algún representante del mismo, se hallaba un líder afrodescendiente, esperando a ser atendido, -cabe decir que me di cuenta que era un líder por un comentario de la secretaria-. Sin embargo, días después, cuando por fin pude hablar con alguien encargado de dicho programa me dijo que no manejaban líderes por tener estos “tendencias revolucionarias”. A lo que se refería esta persona es que, como los líderes son los representantes de los grupos y están encargados de velar por lo que les corresponde a cada uno; en general suelen ser muy intensos y cuando se les demora lo prometido o se les incumplen suelen formar problema -que para mí sería hacer valer sus derechos-. Así que mejor dejémoslo en “falta de información” y afirmemos que sólo el programa de “Mujeres Ahorradoras” maneja líderes.

Los “líderes”, me parece que es una estrategia conveniente puesto que no todas las personas que se encuentran en situación de desplazamiento pueden por sí solas estar siempre al tanto de todo lo que sucede y les compete, ya sea porque tienen que trabajar y no tienen mucho tiempo libre, porque viven lejos, etc. Me parece adecuado que exista una persona que esté a la cabecera de un grupo pues, una cantidad considerable de personas necesitan a alguien que los guíe. Como pueden ver hay ciertas inconsistencias que particularmente no me quedan muy claras. Sin embargo, espero que los líderes ejerzan una labor eficiente en cuanto a sus funciones.

Todos estos cuatros programas, al parecer, funcionan a la maravilla en el municipio de Tuluá, pero se han dado situaciones que muestran lo ineficientes que pueden llegar a ser. Por un lado, tenemos las capacitaciones que se les brindan a las personas que se encuentran dentro de los programas, siendo estas productivas en cuanto que les enseñan a las PSD cómo y qué deben hacer para tener un sustento económico estable. Sin embargo, ningún programa maneja alguna capacitación o clases donde les permita a las personas que no saben leer ni escribir, aprender a hacerlo, ¿Cómo quieren que estas personas aprendan a manejar un negocio sin ni siquiera saben leer y escribir, siendo eso condiciones muy, pero muy básicas para poder ejercer un empleo? Además, por otro lado, tenemos las ayudas llamadas de “emergencias” que no bastan con que no sean entregadas a tiempo; -ya que se supone que se deben entregar al momento de la declaración y no después de haber pasados varios años-pues algunos líderes -cabe recalcar que no son todos- hacen entrega de estas ayudas a otras personas que no son dueñas de estas -pero que de igual forma también están a la espera de la suya- cuando el dueño original de las remesas no se encuentra presente en el momento de la entrega. Sólo que, cuando son entregadas estas remesas, la mitad de éstas queda para él o la líder y la otra mitad para la persona, cuando lo que deber hacer el líder es buscar al verdadero dueño. Aunque ésto no sea de mi agrado, debo decir que, a pesar de que no se dan capacitaciones para aprender a leer y escribir si se les permite a las personas que no saben hacerlo, llevar a algún familiar que les escriba o lea los documentos a trabajar en las clases, además de eso se les orienta donde deben asistir para que puedan aprender a escribir y leer. También debo decir que si bien no se le entrega la remesa a la persona que le corresponde por lo menos se debe resaltar el hecho de que las entregan, bueno…. las “medio” entregan.

Es claro que estamos hablando de una entidad del gobierno, y no de cualquier gobierno, estamos hablando del Estado Colombiano que como cosa rara, sus acciones siempre resultan con alguna falencia. Y debo decir que lo poco que se mencionó aquí no lo es todo. Acción Social cuenta con infinidades de ineficiencias e inconsistencias que repercuten en los programas que brindan y que, a su vez, los perjudicados son los beneficiarios de estos. Pero se debe tener en cuenta que el culpable es el Estado que quizás no da recursos suficientes o los da y se “pierden en el camino”. Muchas cosas pueden pasar. El hecho es que están pasando y lo grave es que si no se hace nada, todo va a seguir igual. Es por eso que no basta con las ayudas de esta entidad, auspiciadas por el gobierno (y en parte por diferentes ONG). Nosotros, como ciudadanos, debemos hacer algo, así sea que el desplazamiento no nos afecte directamente.

Retomando todo lo anterior, se debe tener claro que el desplazamiento es generado por diversas causas entre las cuales se resalta el enfrentamiento entre las fuerzas armadas y las fuerzas ilegales, que genera una violación a los Derechos Humanos, y un desplazamiento enorme de la población vulnerada. Por esta razón en el 2005 se creó “La Agencia Presidencial para la Acción Social y La Cooperación Internacional” bajo la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, entidad encargada de la PSD y que en el municipio de Tuluá lleva a cabo cuatro de sus doce programas: “Mujeres Ahorradoras”, “Juntos”, “PAI – GI” y “Familias en Acción”. Tres de estos programas cuentan con capacitaciones que les permite a la PSD salir adelante y lograr construir una estabilidad económica. Solo “Mujeres Ahorradoras” cuenta con líderes que transmiten la información y mantienen al tanto a las otras personas, igualmente son responsables de entregar las ayudas de emergencias. A pesar de que estos programas parecen funcionar bien, presentan ciertas inconsistencias que vienen del Estado. Ya que es este quien se encarga de darle cierta parte de los recursos, a Acción Social junto con la colaboración de diversas ONG.
En el corto tiempo de permanencia de los programas de Acción Social en el municipio de Tuluá, se han llevado a cabo diferentes actividades que benefician a las PSD, a través de capacitaciones. Esto se ha podido lograr debido a la acción de los cogestores -personas encargadas de realizar las actividades- y, al mismo tiempo, a la buena voluntad de la comunidad en situación de desplazamiento. Por eso, es que en cierta medida estos programas han cumplido con su objetivo de ayudar a todas las PSD en el municipio de Tuluá a través de diversas actividades.

Sería adecuado que no sólo fuera Acción Social quien se encargara de las PSD, sino también cada Alcaldía de los municipios donde se encuentran los programas -y también en los municipios donde no los hay-, crearan una entidad local como soporte de la nacional –Acción Social- que ayudara a disminuir los índices de población desplazada y lo más importante, contribuyera a la superación y a la estabilidad económica de estas personas que han sido vulneradas. Y, aunque hay alcaldías donde existen programas que les brinda una ayuda a estas personas, el servicio suele ser lento e ineficiente porque la demanda es demasiado grande y las personas encargadas son muy pocas. A lo anterior, se le suma el hecho de que el presupuesto es muy bajo y no alcanza para la cantidad de gente que necesita medicamentos, cirugías y demás utensilios como sillas de ruedas, gafas, etc. Es necesario que se haga algo pronto; que el Estado, destine más recursos hacia las alcaldías –o en este caso Acción Social- quienes son las encargadas de brindarles una ayuda a estas poblaciones. A su vez, se necesitan que las personas quieran contribuir a realizar una ayuda sincera que, con honestidad, sepan administrar los pocos recursos destinados por el gobierno y que de verdad entiendan que la situación de estas poblaciones es crítica. No más imagínese tener que salir de su casa, dejando las pertenencias por las que tanto trabajó para conseguirlas, y en el camino de su huída ver como matan a sus seres queridos, llegar a una ciudad que no conoce, donde lo único que tiene es la ropa que lleva puesta, donde es discriminado por la gente que lo rodea y tener que someterse a un hacinamiento para que sus hijos no tengan que dormir en la calle y tener que esperar -después de todo eso- una ayuda que quizás nunca llegue, ¿alguna vez se ha puesto usted en el lugar de ellos? No lo creo.


Número de Palabras: 2631


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[1] Abdala Salinas Yamile Edición 47. Años 2009 “El impacto de los Megaproyectos en las Tierras Campesinas”. Hechos Del CallejónPág. 14. Revista Hechos del Callejón
[2] Manual Operativo de JUNTOS, Pág. 16 –archivo PDF-
[3] Como dije en unos renglones más arriba, son 45 logros básicos que se encuentran divididos en 9 dimensiones. Esta información se puede encontrar de forma resumida en la página de Acción Social: www.accionsocial.gov.co
[4] Conversación con Dora (se le cambia el nombre por cuestiones de seguridad) sobre los programas a los cuales ella pertenece
[5] Organizaciones no lucrativas vinculadas a Acción Social


BIBLIOGRAFIA


• Conversaciones con las personas encargadas de los programas: “Mujeres Ahorradoras”, “Juntos”, “Programa de Atención Inmediata en Generación de Ingresos”, y “Familias en Acción”

• Entrevistas a las PSD perteneciente a cada programa

• Manual Operativo de Juntos (Archivo PDF)

• Página Web de Acción Social www.accionsocial.gov.co